Carlota Akaneya es el primer sumibiyaki de Europa y uno de los cinco restaurantes de España que sirve wagyū certificado como Kobe Beef. También es, junto a Pilar Akaneya en Madrid, el primer establecimiento de Europa que sirve el muskmelon japonés Crown Melon. Viajes National Geographic lo explica en un reportaje publicado el 22 de octubre de 2020.
La historia de Carlota Akaneya comienza en Kioto. Durante su etapa en Japón en 2009, Ignasi Elías se fija en el restaurante Akaneya Junshinken, situado en la emblemática calle de Ponto-chō, a orillas del río Kamo, en Kioto. Inspirado en este, en agosto de 2011, Ignasi abre en Barcelona el primer sumibiyaki de Europa junto a su amigo Felipe Fernández. En señal de amistad, Ignasi bautiza al restaurante con el nombre de su madre.
Los inicios son difíciles. El primer lleno les sorprende con Albert Adrià sentándose a cenar y yéndose sin probar bocado. "Fue un desastre", se lamentan. Pero el boca-oreja siguió imparable, llevando a otras celebridades como Andrés Iniesta o Ferran Adrià mucho antes de lo deseado.
En octubre de 2013, Albert Adrià les invita a conocer su restaurante Tickets, por dentro. "Aquella tarde aprendimos más que en 24 meses trabajando", dice Ignasi. Desde entonces y hasta la pandemia, Carlota Akaneya abre solo las noches y dedica el día a preparar la mise-en-scène.
En 2014 Carlota Akaneya incorpora a su carta ternera japonesa o wagyu de grado A5, célebre por su sabor y textura de mármol mantecoso, sutil y aterciopelado. Hasta entonces, nunca se había servido wagyu A5 fuera de Japón, excepto en Hong Kong y Macao. Así, Carlota Akaneya se convierte en el primer sumibiyaki de occidente en servir wagyu A5, la máxima calificación otorgada por la JMGA, la asociación emisora del certificado oficial en Japón. En noviembre del mismo año, Carlota Akaneya decide darse a conocer y lanza su web, a pesar de que "cuando te falta tanto por aprender nunca parece un buen momento para hablar de ti", dice Ignasi.
En 2016 Carlota Akaneya se refuerza con la incorporación del chef Eloi Soriano primero, y de Josep Gómez después. En verano de 2016, Chiho Murata, procedente de Fukuroi, Japón, comienza a colaborar con Carlota Akaneya en la progresiva mejora de los menús, plato a plato. En sus premios anuales Travelers' Choice Awards, TripAdvisor incluye a Carlota Akaneya en el Top 10 de restaurantes de España. En noviembre de 2017, Albert Adrià menciona Carlota Akaneya como uno de sus restaurantes favoritos en la revista Time Out.
En 2020, Carlota Akaneya se convierte en el primer restaurante de la ciudad de Barcelona y el cuarto de España en servir Kobe Beef certificado. Obligado por las restricciones horarias a la hostelería frente al Covid, Carlota Akaneya vuelve a abrir los mediodías del fin de semana. En 2021 incorpora el muskmelon Crown Melon a su carta, procedente de Fukuroi, coincidiendo con el décimo aniversario del restaurante y el centenario de la compañía Shizuoka Crown Melon, fundada en 1921.
Si la base del placer en la cocina es la materia prima, el secreto de Carlota Akaneya comienza en su relación con los proveedores y la elección del mejor ingrediente posible. La simplicidad de los platos resalta el protagonismo de un producto que, en todo caso, se potencia con algún toque sutil. Poco más es necesario cuando se tiene la responsabilidad de trabajar con determinados tesoros de la naturaleza. Todo debe ser de la más alta calidad y estar preparado a la perfección.
A la calidad del producto se une el método de cocción a la antigua, con un carbón vegetal que se vuelca sobre la mesa de forma manual en cada servicio. “Es posiblemente el oficio más sacrificado que existe en restauración”, confiesa Chiho. Pero también "la expresión más romántica que he conocido”.
Carlota Akaneya no sabe si el huésped tendrá ocasión de volver, así que prepara menús degustación que aseguran un amplio surtido de sabores y texturas de Japón, como la danza previa que rodea al fuego de la barbacoa. Cada plato tiene una función dentro del todo, una historia intrincada y tejida a medida que avanza el curso.
Nacido en 1985 en el barrio de Les Corts de Barcelona, Josep es un enamorado de la cocina y la buena comida. Desde pequeño ayudaba en la cocina de su casa los fines de semana, los festivos o en fechas señaladas. Por encima de todo, le fascinaba que sus padres fueran capaces de estar toda una mañana encerrados en la cocina preparando una sola comida que se comía en pocos minutos. Cuando le preguntan por el sabor de su infancia, sin embargo, siempre salen los canelones de la abuela.
Cosas del destino, en su tierna juventud siempre estuvo rodeado de amigos y conocidos del mundo de la restauración. Sin embargo, la cocina era una pasión tan natural que, paradójicamente, no la veía como una forma de ganarse la vida "porque disfrutaba demasiado". Hasta que un día un amigo le pidió que le hiciera de camarero en la apertura de un restaurante. Al poco tiempo de convivencia, y de la manera más natural, se dieron cuenta de que había que aprovechar su bagaje entre fogones y comenzó a hacerse lugar en la cocina. Allí descubrió que su talento podía cambiar un negocio a mejor, y decidió dedicarse.
Probó en diferentes restaurantes de Barcelona antes de acometer el salto hacia la alta gastronomía de la mano del restaurante Tram-Tram, donde trabajó con el chef Isidre Soler, formado junto a grandes nombres como Ferran Adrià, Fermí Puig y Santi Santamaria.
En la escuela de cocina Hofmann, en Barcelona, descubrió la verdadera importancia de conocer el producto y de cómo tratarlo. Allí tuvo la suerte de aprender junto al profesor y chef Lluís Rovira, quien supo transmitirle, como nadie antes, el inmenso amor por el oficio.
Finalmente, le llegó la oportunidad de formarse en Carlota Akaneya, empezando desde abajo. Aceptó porque le entusiasmaba la cocina japonesa y porque, al entrar en el restaurante, sintió "algo especial, un amor a primera vista". De la mano de Chiho Murata, aprendió los detalles sencillos que determinan la excelencia de un plato en Japón y los factores que lo elevan a la categoría de experiencia. Tardó muy poco en ganarse su confianza y pasar a dirigir la cocina, primero, y luego el mismo restaurante.
Nuestros menús son menús cerrados para 2 personas y están basados en una amplia oferta de carnes. No tenemos menús vegetarianos o veganos. Sin embargo, si una de las dos personas es vegetariana o vegana, podemos adaptar el menú, previo aviso, para que ésta pueda disfrutar de diferentes platos sin carnes ni proteína animal, y la otra pueda disfrutar de las carnes con normalidad. No podemos sustituir las carnes por pescado.
Por supuesto. Los menús constan de varios platos compartidos, por lo que la adaptación aplica a los dos comensales. Para adaptar el menú solo necesita indicarnos su intolerancia al realizar su reserva.
Todos los menús son para un mínimo de 2 personas y el precio del menú es por persona. Sin embargo, si entre las 3 personas hay algún menor, sí es posible compartir un solo menú (para 2 personas).
No. El restaurante se asemeja a una taberna japonesa. Consta de una pequeña sala de 9 mesas sin privacidad ni ausencia de ruido. Si busca un restaurante elegante en su sentido más clásico, tranquilo y espacioso, es probable que Carlota Akaneya no se ajuste a sus expectativas.
Se puede reservar para un máximo de 6/8 personas, según disponibilidades. No se aceptan reservas de grupos mayores.
Gracias por pensar en nosotros. Escríbanos a reservas@carlotaakaneya.com
El sistema de extracción y aportación de aire propios del sumibiyaki garantizan una constante circulación y ventilación del aire. Además, el restaurante cuenta con el sistema de purificación de aire Zonair3D, el más avanzado del mercado. Contiene nanofibras viricidas que filtran micropartículas e inactivan los virus, incluyendo el Covid-19. Más sobre esta tecnología
Por favor, llámenos por teléfono al +34 933 027 768
Se pueden celebrar eventos de empresa para un máximo de 30 comensales. Si está interesado, escríbanos a reservas@carlotaakaneya.com
Agradecemos todas las peticiones, pero desafortunadamente no hacemos este tipo de colaboraciones.